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Un pollo con ilusiones

 

No pocas distracciones hay en una granja para un pollo, pero cierto es también que no hay muchas; la televisión con el fútbol y los comerciales, la tierra que a veces está seca y otras veces no. El maíz que a veces sabe a lodo y a veces no. Hay también otras cosas que comer, que no son tan maizescas, pero no puedo ponerme exigente, a veces me olvido del sabor y me preocupo sólo por crecer sano y fuerte. Deseo convertirme en futbolista o cocinero, siempre que deba pasar primero por la escuela, eso es lo más excitante.

 

Mi madre no sabe de mi sueño, pobre de ella que al principio era tan amorosa y entregada, me cuidaba aguerridamente. Con el tiempo la he visto tener más y más hijos… ahora sus crisis nerviosas y autistas apenas le permiten cuidar un poco de los más pequeños. Un viaje a la playa le haría bien. He visto desde el televisor que ahí es todo diversión y relajación, también infidelidad pero… bueno es mi madre y no la puedo juzgar.

 

Es una especie de ironía, pero he visto en la tele que ¡existen otras aún más grandes!, una de esas, un balón de soccer y un auto será lo primero que compre con mi salario de doctor, empresario o presidente.

 

Aun me falta crecer y convertirme en humano, aprender a hablar. Supongo que eso basta para ir a la escuela, después de eso me entregaré al estudio y la fiesta para convertirme en el mejor graduado en psicología o quizá en artes.

 

Respecto de mantener mi sueño en secreto, lo aprendí de mi tío. Un gallo de garganta poderosa. Me contó que los sueños son algo muy íntimo, es él el único que en esta granja pensaba como yo, y seguramente hoy se ha convertido en algún cantante exitoso. Espero pacientemente verlo por algún canal. Desconozco las aspiraciones del resto de la granja, pero admiro su temple y paciencia, por mi parte la ansiedad me mantiene siempre inquieto. He intentado practicar soccer con mis hermanos y primos, al final no queda más que jugar un fugaz “pica y corre”. Después me acerco a la ventana del granjero y miro la televisión, poco entiendo, pero eso cambiará cuando sea un profesionista letrado. Una vez pensé en ser bombero, pero realmente no creo que el fuego me haga bien, un médico hace mucha falta por aquí, he experimentado mucha frustración al pensar que alguien pudo evitar la muerte de muchos de mis parientes. El granjero no se preocupa tanto como yo por ellos. Respecto a esto, es quizá el único obstáculo que se trasforma en duda para que emprenda mi camino hacia la humanidad; la posibilidad de convertirme en un ser brutal, usurero del dinero e indiferente a los animales, a la naturaleza que le da origen… indiferente al dolor… indiferente al amor. Había evitado mencionarlo, pues me apena desear pertenecer a una raza tan paradójica, porque no sé si pueda yo manejarlo de mejor manera, porque no sé si tengo suficiente fuerza en mi voluntad, en mi caridad, en mi alma… quizá ser humano en lugar de ser la meta, exista como una transición más, y cualquiera que sea el caso, temo no estar listo. Qué triste cuando los anhelos no son suficientes, pero… ¿cuándo sí lo son?

 

Hoy me han colocado una pulsera roja, he podido notar que después de ésta, nadie permanece más de dos días en la granja. Probablemente es el aviso para empacar y despedirse, pero no puedo hacerlo, verdaderamente estoy invadido por los nervios. Las ansías y el deseo son confusas, deambulo de un lado al otro del gallinero como un loco, tropiezo y termino por tragar tierra, me levanto y vuelvo a correr, ¡oh Dios! No tengo nada que empacar, pero sí debo dejar todo atrás lo que fui y los que me vieron crecer… no puedo intentar negociar mi partida, seguramente si no es ahora, no habrá otra oportunidad…

 

Después de un rato me siento mejor, me dejé llevar, si eso ocurre con mi humanidad estaré perdido y los que me rodean también.

¡Ahí está la camioneta!, ¡han llegado por mí!...

 

Hay un sujeto con un arma, ¡no!, ¡no!, ¡¡¡no!!!, (disparos)… tomó todo el dinero de la camioneta y el buen hombre que la conducía, ¡ha entrado a tomar el televisor!, ¡no!, por favor ¡¡¡al granjero no!!!...

 

Todos se han vuelto locos aquí en el gallinero, estoy en shock, esto es… es terrible… todo terminó en dos cuerpos llenos de balas y sangre… ahora mismo llegan los vecinos a robar lo poco que quedó en la casa, y a los animales de la granja.

 

Desde aquí, me despido… juro no volver a soñar.

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