correspondecnia privada
Ella
–Saldré mañana hacia allá. Hacia vos. Aunque molesta, también estoy feliz de verte... qué poco me serviría el orgullo al estar en tu presencia. Es tan poco el tiempo que puedo pasar a tu lado.
En tu última carta puedo ver mucha decepción y soledad, te leo enfadado… y aunque te entiendo prefiero ser sincera y decir desde este momento que las cosas no cambiaran.
Hago inversiones. Debo ocuparme de mi estabilidad y felicidad desde hoy (¿así como te ocupabas antes de mí?) Mi vida no eres sólo tú. Y aun así me atrevo a decirte que te amo. Si encuentras en ti la empatía y la paciencia, podremos construir después un lindo mundo para nosotros dos.
Él
– Disculpa si me he dejado llevar, hace ya tanto tiempo que prometes que vendrás y al final cancelas. Haré de lado mi tristeza que se confunde con enfado; la razón es tuya, y si poco es el tiempo que se nos presta, más vale ocuparlo en detalles dulces. Estoy tan emocionado pues he decidido creer de nuevo que esta vez sí llegarás. Justo ahora que recibo tu carta comienzo a preparar todo para recibirte como a una reina. Perdona la brevedad, pero en letras no me alcanzará papel en la tierra para contarte esto que pasa con nosotros. Hasta muy pronto amor.
Ella
– He cumplido mi promesa, he llegado a casa y te he escrito una carta para contarte que he llegado bien. Sin embargo es hoy día jueves, mañana no podré enviar la carta y tardará en llegar a ti más de lo que esperas. Tomaste muy enserio el recibimiento, eso me contaron, disculpa no poder quedarme a comer con nuestros amigos en esa fiesta tuya. Espero hayas aprovechado los boletos para el teatro, ya había visto esa función y no podía perder tiempo, tuve que ir donde mis padres a enterarme de las nuevas. Ya en la cena, apenas dijiste palabra, por eso me tuve que retirar temprano y aprovechar la noche con mi hermana. Para ser sincera eres menos divertido que antes. Aún así te amo. Hasta pronto querido.
Ella
– Hace ya dos semanas que no me escribes. Espero te encuentres de maravilla y no te hayas olvidado de mí. Te cuento que el próximo fin de mes estaré por allá un par de días. La comida la invito yo. Besos, querido.
Él
– Me ha encantado leer tu carta, aunque confieso antes de ella me encontraba indignado por nuestro último encuentro. Te estaré esperando en la estación con alguna sorpresa y con un gran anhelo de compartir como hacíamos antes. Guardaré tu beso junto a mi boca, y de mi parte recibe tantos como puedas desear hasta el día en que te vuelva a ver.
Ella
– Supe que esperaste en la estación con una orquesta, un traje fino y flores muy bellas. Te cuento que salía para allá, pero al final surgió una junta imprevista con mis colegas y tuve que permanecer acá, no era indispensable asistir, pero ya sabes cómo es esto de hacer relaciones, te ruego me disculpes. Prometo compensarte, planeo hacerte una visita en dos semanas. Me siento un poco apenada contigo, pero por favor no te olvides de cuánto te quiero y lo importante que eres para mí querido.
Él
– Entre la ira, la tristeza y la esperanza querida mía, me esfuerzo por comprender tu situación, ojalá no fuera demasiado si os pidiera lo mismo para conmigo. Cierto es que te adoro, y te extraño, por eso mismo y como prueba de mi fidelidad, te esperaré con ansias, aunque con las manos vacías pues no me han salido las cuentas este período. Te envío un caluroso abrazo, y te deseo todo el éxito posible en tus asuntos, de corazón. Te adoro reina. De nuevo dejaré de lado los reflejos negativos y me pondré a tu disposición.
Ella
– He llegado acá muy bien querido. Me han recibido algunos buenos amigos con la invitación a un banquete, de esos elegantes. Me hizo pensar en la poca elegancia que tuvo tu bienvenida y mi estancia por allá. Te amo querido, aunque me ofendió un poco la austeridad que rodeo a nuestro sábado juntos, no me malentiendas supongo que fue lindo, pero para no verme en tanto tiempo la plata no es una gran excusa. Y tu cena improvisada no me cautivó. Por eso no me encontraste al despertar. No sé si me buscaste antes de que partiera porque me encontré a unas amigas y fuimos a desayunar y de ahí directo a la estación, pero si no lo hiciste pues que descortés. Sin embargo por nada del mundo te dejo de querer. Sé que no te gustará saber que no iré para allá hasta nuevo aviso pero así es.
– No recibir respuesta me hace pensar en tu indignación, eres muy poco comprensivo conmigo. Por mi parte pienso mucho en ti, y sé que eres alguien muy importante para mí. Esta semana que inicia me esperan compromisos muy fuertes y admito que es agradable cuando me deseas éxito, ya te contaré más adelante que sucede querido. Espero te encuentres muy bien.
– Los negocios y las relaciones no salieron como yo esperaba, siempre aparece alguien más simpática que una misma. Estoy triste y tú eres muy cruel al no preocuparte por mí, mi familia también tiene problemas, no sé cuánto tiempo más podré estar lejos, un poco de tu amor en estos momentos me haría bien. Te extraño mucho.
– No sé cómo lo tomes, pero pronto volveré a vivir por allá. Las inversiones no rendirán frutos, deberé concluir la escuela que dejé incompleta, volveré a lado de mi familia y todo podrá ser como antes. Por cierto he preguntado por cartas a amigos y familia acerca de ti y nadie ha sabido nada. ¿ A caso no acudes con ellos a preguntar por mi?, ¿A caso me has olvidado?
No me dejes sola con este amor, nunca dejé de decirte lo importante que eres para mí, y ahora me veo sin respuestas tuyas, sólo he ido un par de veces con mi familia y no me has ido a ver.
Espero me busques unos días después de que llegue, así podríamos platicar, ¿Te gustaría que yo prepare la cena?, ¿Ir al teatro?, ¿una cerveza con nuestros viejos amigos?
Espero tener respuesta antes de dejar todo aquí. Querido, te necesito y te amo. No dejes de tenerlo presente.
– “Sus últimas (5) Carta (s) no han podido ser entregadas por el motivo de: Cambio de domicilio del destinatario…