Pobres
Sólo santos y filósofos logran de la escuela buen provecho; sólo ellos entienden que las letras son para acariciar y no para abofetear, para redimir, no para condenar.
Hay quien no ha tenido nunca plata entre sus manos y no la anhela. No le importa y no la busca, ello no le convierte en sabio. Ni al que trabaja arduo por ella le hace avaro.
La plata es tan inocente como una roca. Se requiere de un imbécil que le convierta en arma.
Hoy vi por la calle a quien nunca la tuvo y estaría dispuesta a todo por conocerla, pero no por tenerla.
No se trata de codicia, no es otra cosa que una humilde curiosidad. La misma pobreza que hay en la calle en que crecí. Esa de pies descalzos y ropas roídas; de hambre e ignorancia.
Qué fácil es burlarse del que no sabe. Qué bien queda el sabio cuando humilla en público al que en una pregunta desnuda su interés por desconocer menos.
Es cierto que la plata compra escuelas, cuadernos y títulos. Peor sucede con la herencia.
Pero las dos peores cosas que puede crear la ilustración en el ser humano son el estúpido complejo de superioridad y la falacia del intelectualismo. Ambos son un fracaso, pues en principio fue creada para enterar al hombre de su insignificancia ante el mundo, quien juró nunca revelar todos sus secretos a tan necia criatura, sin que ésta antes se conociese a sí misma.
En fin, esta persona, humillada como la muchedumbre hace al peor de los criminales en un linchamiento sólo pedía un vaso de agua en una pregunta, éste, fue acercado a sus labios con aparente compasión para luego serle arrojado al rostro en un desplante de desprecio ocasionando la más torpe situación de burla.
Por supuesto, los retardados rieron y aplaudieron por horas… por días.
Después se retiraron y apenas a unos pasos, como hacen los demonios en el infierno, se tragaron o se vendieron unos a otros en brutales batallas emprendidas por mucho menos de una moneda de cobre.
Entonces me alejé… y escribí este consuelo para vos. No me malentiendas, que no sea esta ironía ocasión de tu tranquilidad, más bien sea oportunidad de sentir por ellos una inconmesurable pena… orar a Dios por que vos y nosotros seamos capaces de compartir necesidades y respuestas… saciarnos la sed entre todos… trago a trago.