c r e t i n o
Es por esto que te amo amada mía. Por ser más tonta e inmadura que yo. Por tu sumisión y tu falta de cultura.
Pero es por eso mismo que siento odio y pereza... tanto he crecido desde que te conozco, y vos has avanzado tan poco.
Las diferencias no nos han unido, y por el contrario es cada vez menos soportable estar a tu lado. Sos tan pasiva como aburrida, aunque tan tierna como hermosa, tan callada como pensativa, tan silenciosa como predecible y tan noble como como infiel.
Me he molestado en parecer tonta por la lástima que todo el tiempo he sentido hacia vos. Por no mirar cómo te ahogas en tu soberbia cual perro bajo la tormenta. Deseo desde el fondo de mi corazón, que ahora ésta escena se haga realidad al marcharme u ojalá puedas aprender al menos una cosa.
M… ¿Marcharte?... Imposible, ¡¿Qué harías sin mí?!
Lo mismo pero sin culpa, con desenfreno y toda la discreción que a tu lado he aprendido. No deseo poner en vos toda mi caridad, ni llenarme de tu cultura pop y tus pretenciosos colegas, que por cierto te desprecian y se recrean disgustándose de vos, y cómo no hacerlo, si sos un cretino baby.
Si pusieras tanta atención a lo que te rodea como a tu flácido pene, serías capaz de ver la manera en que he crecido, y que el tiempo lo he empleado en alistar mi equipaje para marchar rumbo a lugares a los que probablemente jamás seas capaz de llegar.
Por cualquier duda, te ruego no me busques. Y ojalá pudieras volarte los sesos y evitar reproducirte por amor de Dios.
Por… ¿Por qué mi amor?
No me llames así, ¿es que ya no recuerdas tu dignidad? Desde hoy, igual que siempre no eres nadie y si eso cambia no me lo hagas saber.
¿No es acaso que todos somos cretinos? Sí. Pero no tullidos internamente como vos. Hasta para eso hay que ser talentosos. Adiós.
(El dude a su lado se encoge en una esquina de la habitación, llora en silencio y calma. La dama se retira encendiendo un cigarro y llama alguien desde el celular: “No hay tiempo que perder”)